Benzodiacepinas
Las benzodiacepinas son un grupo de depresores del Sistema Nervioso Central (SNC), las
cuales son ampliamente utilizadas en medicina como anticonvulsivos, ansiolíticos,
hipnóticos, sedantes, relajantes del músculo esquelético, y como tranquilizantes.
Un amplio
número de benzodiacepinas han sido sintetizadas para su uso farmacéutico, y suelen variar
considerablemente con respecto a su potencia y en el inicio y/o duración de sus efectos.
Existen un total de 35 benzodiacepinas controladas de manera internacional, de acuerdo
con el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971. Las benzodiacepinas que se
encuentran en el mercado ilícito, suelen ser desviadas del comercio legítimo, por lo que no
es común que sean sintetizadas en laboratorios clandestinos (UNODC, 2016).
Efectos secundarios al consumo
Los efectos que los usuarios de esta sustancia buscan, o aquellos que se consideran como
deseados tanto en el uso médico como el recreativo o personal, incluyen: al alivio de la
tensión, del estrés psicológico y de la ansiedad; una sensación de calma, relajación y
bienestar en personas ansiosas, así como sobrellevar mejor las situaciones de presión o
problemas psicológicos; además del alivio de los efectos secundarios de la sobre
estimulación con otras drogas, o por la abstinencia, (cuando existe poli consumo.
Los efectos que se consideran como agudos no deseados incluyen: a la posible merma
de la actividad mental y de la capacidad de alerta, somnolencia, aletargamiento,
obnubilación, así como al embotamiento mental, posible deterioro de la coordinación
motora, mareos, tensión arterial baja, y desvanecimientos, así como a la reducción de la
respuesta emocional a estímulos externos como el dolor.
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